5 FACETAS (ENTRE MUCHAS OTRAS) DEL
POETRY SLAM.
Un análisis multipolar y
contradictorio realizado por Dani Orviz. (slamer).
0-EL POETRY SLAM ES...
...un formato de puesta en escena
de la poesía, "inventado" por el poeta de Chicago Mark Kelly Smith en
el año 1986, que en su base se estructura como una jam de poesía más pero en su desarrollo tiene, no obstante, tres
características que lo diferencian de cualquier otro acto poético. Estas
características son:
1-Cada poeta que sale al
escenario cuenta sólo con 3 minutos de tiempo para recitar su poema.
2-El/la poeta solamente podrá
utilizar ,para llevar a cabo el recitado, su voz y su gestualidad quedando
prohibido cualquier tipo de gadget,
artilugio añadido o instrumento musical.
y 3-(La característica más
importante) Al final de su recitado el/la poeta recibirá una puntuación por
parte de un jurado elegido (supuestamente al azar) entre el público. El/la poeta
que más puntuación tenga al final del acto será declarado ganador/a de ese
Slam. Y aunque hay otros detalles a
tener en cuenta eso es, a grandes rasgos, todo.
En su exitosa etapa actual
(porque existen manifestaciones anteriores de las cuales no tengo tanta
información ) el Poetry Slam lleva celebrándose periódicamente en diferentes
ciudades de nuestro país desde el año 2009. Esto quiere decir que sigue
celebrándose ahora, que probablemente hoy mismo el lector de este artículo
podrá informarse de qué Slam se celebra más cerca de su casa, y acudir a ello, e incluso participar en ello. Y que si lo hace, si acude, si
observa, si participa y sobre todo si tiene un par de dedos de frente con toda
seguridad acabará este lector dándose cuenta de que el Poetry Slam puede llegar
a ser...
1-... UNA MIERDA DEL TAMAÑO DE UN
PIANO.

Efectivamente. O, expresado de
manera más certera, una mierda del tamaño de un Mc Donald´s, que es más grande y menos artístico. Porque, según
cómo se mire, nunca la expresión fast-food
poético tuvo más sentido que en este
ámbito. Si sólo tenemos en cuenta su naturaleza de competición, el Poetry Slam puede
convertirse en poco más que una expendeduría periódica de lugares comunes y
contenidos ramplones que se olvidan al segundo de ser escuchados. Un
dispensador de adrenalina pre-fabricada en donde los mismos poetas salen a
recitar una y otra vez los mismos poemas, en una progresiva banalización del
arte poético y escénico. Un circo ultra-competitivo en el que la creatividad y
el impulso lírico pasan a basarse únicamente en la manera más efectiva de
mendigarle puntos a un público sin la mínima preparación crítica. Una melé de rapsodas amateur que, sin otra referencia que el propio Poetry Slam, se
imitan unos a otros y compiten en ver quién deriva de manera más marcada hacia
la pornografía sentimental, el chascarrillo monólogo-mongolo y el grito porque
sí. Y esto si hablamos de lo que pasa sobre el escenario, porque si nos vamos
entre bambalinas la cosa puede ser aún más alarmante: No sería raro que con la
competición viniesen las sempiternas zancadillas, puñales por la espalda,
pullas y peleas de patio de colegio (sea real o virtual) conformando una visión
desoladora y salvaje a la que no convendría mucho asomarse para no acabar
arañado uno mismo.
Pues todo esto de arriba sucede. Yo llevo algunos años ya en
el mundillo y lo he visto. Incluso he sido ( y soy) culpable de ello. Desde
esta vertiente, el Poetry Slam es un desastre de proporciones catastróficas que
sólo puede ser mínimamente atenuado por el hecho de que el Poetry Slam puede
ser también...
2-...LO MÁS MARAVILLOSO QUE LE HA
PASADO ÚLTIMAMENTE A LA POESÍA.

Efectivamente. No sólo lo más
maravilloso, sino que tengo razones suficientes para afirmar que el Poetry Slam
podría ser una de las causas principales de que la poesía en nuestro país haya
salido por fin del estado comatoso-cercano-a-la-muerte en el que se encontraba
sumida desde hace muucho tiempo. Porque creo que el Poetry Slam es, hoy por
hoy, el espectáculo poético más vivo, vibrante y esperanzador que se puede ver
sobre un escenario. Una colorida fiesta de la palabra, una celebración del
entusiasmo creativo primordial y una comunión directa entre la audiencia y unos
poetas que, dentro de sus capacidades y a su manera, han logrado arrancarle a
las instituciones y academias su definición de poesía como algo estático,
intocable y alejado del público general para devolverla a su condición de
herramienta comunicativa y de expresión de una realidad cercana y palpable.
Unos poetas que, día a día y a fuerza de subirse a las tablas, aprenden a pasos
agigantados a ser mejores escribiendo y transmitiendo, a labrar su voz y a
luchar por hacer poderoso su mensaje, pero también a ir más allá de lo
competitivo y a encontrar detrás de ello la amistad, la nobleza, la
colaboración y la maravilla de compartir. Y todo esto si hablamos de lo que
pasa sobre el escenario, ya que tras las bambalinas la cosa es mucho mejor:
Allí encontramos a personas que sin otra razón que el "amor al arte"
se unen, asocian y forman redes sostenibles dando lugar a uno de los mejores y
más sanos ejemplos de auto-gestión cultural que pueden ser encontrados hoy en
día. Redes nacionales e internacionales puestas al servicio de los poetas por
gente que, repito, no tiene más razón para realizar este trabajo que el puro
amor por la poesía. En una era de materialismo desenfrenado, el sueño
cooperativista hecho realidad.
Y todo esto sucede también. Yo
llevo ya algunos años en el mundillo y lo he visto. Incluso he sido (y soy)
causa de ello. De acuerdo con esta vertiente el Poetry Slam es una explosión súbita de luz y vida que de
manera automática sería capaz de devolverle a cualquiera la fe en el ser humano
y su capacidad para crear, si no fuera porque el Poetry Slam es también...
3-...UN BURDO PLAGIO DE COSAS QUE YA
EXISTÍAN HACE MILES DE AÑOS .
Efectivamente. Venga, en serio.
Volvamos al principio del artículo y pensemos un momento. Esas comillas en la
palabra "inventado" no están ahí por casualidad. Mark Kelly Smith. De
Chicago. O sea, un yanki. ¿Un yanki inventando algo?. Vamos, hombre.
si a estas alturas ya sabemos todos de sobra que el método americano consiste
en robar lo que ya ha sido hecho por otros, darle una manita de pintura y
venderlo como lo más nuevo de lo más.
Y, por supuesto, el caso del Poetry Slam no es una excepción: Competiciones
directas de poetas han existido desde que la poesía es poesía e incluso antes.
¿Recitales con el tiempo limitado?. Lo mismo. ¿Poetas especializados en
directo, que utilicen los recursos básicos de la voz y el cuerpo? Ídem de
lienzo.
Pero más aún: releamos el segundo
epígrafe, el apocalíptico, el de la mierda del tamaño de un piano. Todo lo que
se dice ahí es a su modo verdad, repito. Pero, si lo pensamos, ¿No encontramos
también todas esas cosas terribles en el ámbito poético en general, e incluso
de rebote en cualquier ámbito artístico de los que existen? Vamos a ir más allá, ¿no encontramos todas
esas cosas incluso en todos los ámbitos no artísticos? ¿No son todos esos
comportamientos tristemente propios de la condición humana, se encuentre donde
se encuentre? O sea, que ni en su
vertiente más nefasta es original el Poetry Slam.
Todo esto es cierto, y no hace
falta llevar muchos años en el mundillo para llegar a la conclusión: No hay nada
nuevo bajo el sol. El Poetry Slam no está ofreciendo ninguna novedad. Mirado
desde esta vertiente se trata de una etiqueta vacía, muy al estilo americano.
El Poetry Slam no es nada más que un envoltorio brillante, colorido y maketing-ianamente atractivo detrás del
cual tan sólo se esconde...
4-...ALGO COMPLETAMENTE NUEVO, FRESCO
Y EMOCIONANTE .
Efectivamente.
Porque, incluso reconociendo su carácter de constructo marketiniano y de etiqueta más que etérea, es a estas alturas
innegable que el Poetry Slam, en tanto a su condición de contenedor adaptable y
maleable, es capaz de funcionar más allá de su casilla de de partida y de
convertirse en cada edición en algo que supera a la suma de las partes que lo
componen. De esta manera, y gracias a su propia naturaleza improvisada y
cambiante, cada nuevo Slam que se realiza suena a nuevo, resulta mínimamente
fresco. Por supuesto, el hecho de que esa sensación pueda ser totalmente
ilusoria da igual, porque lo único que verdaderamente importa es que sucede,
que ocurre, que sus participantes y asistentes lo sienten así y se sienten
satisfechos con ello. Y no hay nada reprochable o ilícito en este hecho.
Pero cuidado, porque aunque ya de
por sí serviría para justificar su existencia, el brillo del Poetry Slam no
sólo se basa en esta fascinación por la novedad. Ya hemos dicho que como
movimiento artístico no está tan alejado de las características humanas de
cualquier otro movimiento, y al igual que en ellos, a veces, y sólo a veces, entre
la marea de lo mundano surge la auténtica calidad, que brilla ante nuestros
ojos y nos da algo inolvidable e irrepetible en otro formato. Es entonces
cuando decimos: "Pues sí, esto era". Y cuando todo el trabajo y el
esfuerzo quedan plenamente justificados.
Y esa explosión existe. Yo llevo ya algunos años en el
mundillo y la he visto y la he sentido más de una vez. Y de acuerdo con esta
vertiente el Poetry Slam es magia, es energía pura y es fuerza primordial y
limpia. O lo sería si no fuera porque, en resumen, el Poetry Slam es nada más y
nada menos que...
5-...POETRY SLAM.
Efectivamente, esa es la obvia
conclusión: El Poetry Slam es Poetry Slam y, como Poetry Slam que es, puede ser
y es todo lo antes expresado: una mierda del tamaño de un piano, y lo más
maravilloso que le ha pasado últimamente a la poesía, y un burdo plagio de algo
que ya existía hace miles de años, y algo nuevo, fresco y emocionante, y todas
estas cosas a la vez y muchísimas cosas más. Tantas que querer analizar el
movimiento teniendo en cuenta solamente una de sus facetas (o incluso cinco)
resulta del todo injusto. Con lo cual este artículo no tiene ninguna razón de
ser.
Pero, ay, el lector necesita
conclusiones y es necesario dárselas. Así que, basándome en mi experiencia,
diré simplemente para cerrar que el Poetry Slam es comparable a cualquier
fuerza natural: Una tormenta, una marea, un huracán... Y como tal, es algo vivo
y potente, algo que está ahí, queramos o no. Una manifestación poderosa que
juega de manera tan cercana con elementos psicológicamente
"inflamables" (poesía, competición, éxito, ego artístico...) que si nos abandonamos a ella sin mantener la
cabeza fría y sin ser críticos con sus partes oscuras (que las hay) es probable
que acabe arrastrándonos a lugares incómodos y peligrosos. Pero también una
manifestación dotada de una `belleza en bruto, de una pureza y de una fuerza
tales que, bien conducida y afrontada con los pies en la tierra y el seguro
puesto, puede acabar dando frutos maravillosos, tanto para el/la poeta, como
para el público y los/as organizadores. Alguno ha dado ya, y muchos otros están
aún por venir.
Y en esa apasionante lucha entre una vertiente y otra están (estamos) día a día todas las personas
que componen (componemos) este movido, vertiginoso y sobre todo entretenido
mundillo. A veces lo logramos y a veces fallamos pero, ey, en eso consiste la
lucha. Yo, tal y como ya he dicho, llevo unos cuantos añitos metido en ella y
por ahora no tengo intención de abandonarla. Porque creo, sinceramente, que el
esfuerzo merece la pena. Pero la decisión, como siempre, es del público. ¿Estáis dispuestos a seguir acompañándonos?
(Este artículo fue publicado en la revista QUIMERA nº 380-381, con fecha de Julio del 2015)
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