19- MAQUINARIANOCTURNA.
"La noche
tiene cálidas avenidas azules"
(P. Gimferrer)
Bajo las avenidas azules de la noche reptan
alcantarillas por cuyas tripas fluyen ríos de mierda, semen y monedas. Pilas
gastadas, condones y post-its con poemas a medio terminar que solo cuentan
mentiras. En su viaje hacia el oscuro vertedero del centro de la tierra pasan a
veces cerca de habitaciones oscuras repletas de engranajes que cantan al tic-tac
con el sonido de hormigas acariciadas por minúsculas arañas de plata.
Con ese mismo ritmo, más arriba, en bares
transparentes que no cierran ni aún en el momento en que la noche sólo existe
en ellos, hay hombres que contemplan las paredes y mujeres de humo errante
cuyos nombres son besados en susurros.
Bajo la axila ardiente de la mujer de humo crece la
flor de la que comen los monstruos
de las alcantarillas.
Bajo las avenidas azules de la noche se enredan
galerías comerciales donde se venden máscaras. Los maniquíes de sus escaparates
tienen la cara vuelta hacia el mañana y parecen soñar con chimeneas que disparasen
al corazón del cielo. Frente a ellos, las ratas pedalean a menudo en minúsculos
coches de carreras y se lanzan saludos entre ellas y ríen mientras miran
adelante buscando una razón en la distancia para continuar pedaleando.
Encima del impávido horizonte que anhelan esas ratas
hay un bosque de nubes taciturnas que muestran sus espaldas y hay el tosco
sabor de un edificio y hay ángeles que cambian maletines repletos de diamantes
y bajan la cabeza mientras guardan cerca del corazón fotografías de las mujeres
muertas.
De entre las piernas de las mujeres muertas de la
noche brota de vez en cuando el elixir, incómodo y brillante, que mantiene en
acción los engranajes
de las noches azules.
...